La Rampa uno de los sitios más representativos de la Habana, por el que todos los que llegan a la capital cubana desean caminar. Sin temor a equivocarme ese segmento de la calle 23, limitado por el Malecón y Universidad representa el alma del Vedado. Caminemos desde la esquina malecón y 23, hasta la calle N, por aceras adornadas con mosaicos con obras de prestigiosas figuras de la plástica cubana. Vemos restaurantes, centros nocturnos, edificios públicos, ministerios y galerías de arte, ya estamos llegando a la esquina 23 y N.
Aquí nos quedamos, porque el 7 de junio en Cuba se celebra el Día del Bibliotecario en honor al natalicio de Antonio Bachiller y Morales padre de la bibliografía cubana. En esta esquina hay un gran tesoro: libros, revistas, tesis, que sirven a grandes hombres y mujeres que investigan para salvar millones de vida.
¿Ya saben dónde los he traído? sí! ahí mismo! a la Biblioteca Médica Nacional, con una rica historia de 55 años, somos continuidad de esa labor de siglos, seleccionar, compilar, recuperar y salvaguardar valiosos textos médicos que han respaldado durante años a la investigación científica. Cuanto honor que en cada logro de la ciencia cubana este nuestro empeño, si, nuestra profesión ha estado siempre de la mano de grandes salubristas.
Si ahí estamos los bibliotecarios médicos, en cada artículo que nace, allí en cada rincón del mundo donde este un médico cubano, podemos decir que estudió, se formó e investigo en nuestros servicios. Los bibliotecarios, todos, somos la raíz de la historia de una comunidad, un niño que aprende, un curioso que busca, un maestro, un ingeniero, un artista, un historiador, un médico, abrimos las puertas al conocimiento.
Hoy DÍA DEL BIBLIOTECARIO CUBANO; piensen: ¿Cuánto de lo que soy y sé, se lo debo a un bibliotecario?
FELICIDADES COLEGAS. ABRID LAS PUERTAS DEL SABER… LA INFORMACIÓN Y EL CONOCIMIENTO ES EL CAMINO